Pequeños escritores






LAS BRUJAS


Érase una vez una niña que vivía en un país que había una escuela una para brujas. La niña era pequeña con el pelo marrón, los ojos verdes, la nariz chata y con un vestido amarillo. La niña iba a cumplir diez años y quería por su cumple aprender a ser bruja. Pero no una bruja mala, sino buena; que ayude a los demás. Cuando fui a decírselo a mis padres, pero ya tenían el regalo hecho, a sí que tuve que esperar. A las cinco de la mañana me desperté ilusionada, súper feliz; así que fui a despertarlos:
–¡Padres despertad, por favor!
–¡Son las cinco de la mañana, a dormir! –dijo enfadado mi padre.
–Pero, ¿por qué? –dije yo.
–¡A dormir! –dijo inesperadamente mi madre.
–Vale, ¡jo!
A las diez de la mañana fui otra vez a despertarlos, pero ya estaban despiertos. Salí corriendo a ellos y me dieron doscientos euros porque la escuela valía dinero. Unos 15 euros al mes, yo tan feliz me despedí de ellos y me fui corriendo a la escuela a apuntarme a bruja. Cuando llegué me apunté en un papel del director Manolo:
–¡Hola director Manolo! –dije yo.
    —¡Hola, alumna!
Y pon mi firma puesta con mi nombre. Cuando salí había una profesora y niñas y niños. Y, de repente, vi una torre con una gema y pregunté:
    —Profesora, ¿qué es esa gema?
    —Es la que da la magia.
    —¡Ahhhh!,¿entonces si la gema la roban o se rompe se acaba la magia?
    —Exacto, muy bien alumna.
    —Entonces hay que trabajar mucho.
    —Si has aprendido el primer día, muy bien.
Ahora hay que trabajar, ¡jo! con lo que me gusta dormir, bueno que más da. ¡A trabajar! Han pasado dos semanas y no he aprendido nada, solo hablan todo el rato sobre la gema, que es la mejor bla bla bla. Voy a coger una escoba prestada, ji ji ji.
    —Haber como se monta –dije susurrando.
Y de repente me fui volando, el director Manolo me dijo:
    —¡Baja ya! –dijo gritando a tope.
    —¡Vale!
Cuando bajé me felicitó. Y eso que pensaba que me iba a castigar, pero ahora da igual.
    —Muy bien, has aprendido a montar en escoba en dos minutos y eso que los demás han tardado dos años ¡felicidades!
    —Sabes que te adelanto dos cursos.
    —¿Pero, cuantos cursos hay? – dije entristecida
    —Hay unos doce cursos,dos de escoba y los demás son de barita.
    —Doce cursos,¡guau!
    —Si ahora estas en tercer curso –dijo la maestra Susana.
    —¡Qué guai! —dije de repente.
Ahora hay que trabajar mas menos sueños. Si sigo así llego a graduarme en menos de dos años. Como ya sé en escoba ahora a por la varita. Y como no sé dónde está la clase voy a preguntar:
    —Perdone, ¿en que clase está la de la varita?
    —Ala clase E – dijo muy rápidamente.
    —Vale, gracias.
Salí corriendo de allí y cuando llegué estaba la seño Antonia.

    —¡Hola!
    —Llegas tarde, alumna.
    —Perdón.
    —De perdón nada, castigada sin patio.
    —Pero, ¿por qué –dije triste.
    —Un negativo.
    —Seño, ¿por qué?
    —Dos negativos.
    —¡Mala que eres! –dije susurrando.
    —Bueno, voy a dar las varitas.
    —Vale –dijeron todas a la vez gritando.
Mi varita es la peor de todas, lo ha hecho aposta, ¡ES MALA PERO BIEN! Lo peor es que tengo que estar nueve años con ella. Porque con ella no me gradúo ni en sueños. Bueno, a esperar.
NUEVE AÑOS DESPUÉS
Estoy a punto de graduarme, quedan dos horas. ¡Bien! ¡a dormir! DOS HORAS DESPUÉS
    —¡Despierta, que te gradúas!
    —¡EEEhh, a correr!
Como salí corriendo me gradúe con el pijama de unicornio.

FIN



Ángel Rodríguez Torres 6º Curso



La fábrica de hamburguesas

Había una vez, en el bosque de Alemania, un oso que parece bastante contento con su hamburguesa, pero se encontró con el conejo:
¡Hola oso dijo el conejo.
¡Hola conejo —dijo el oso.
¡Anda! ¿Dónde has comprado esa hamburguesa?.
En la nueva fabrica del león —contestó el oso con poco agrado.
¡Oh! gracias oso —dijo el conejo. ¡Voy a comprar una!.
El oso siguió caminando tranquilamente y se encontró con el topo:
¡Hola oso! ¡Qué pedazo de hamburguesa! exclamó el topo. ¿Tú solo te la vas a comer? ¡Anda! Dame un trocito.
Vale, aquí tienes contestó el oso sin ganas.
–¡Umm, está delicioso! dijo el topo.
El topo obligó al oso a decirle dónde la había comprado y el oso le respondió que en la nueva fabrica del león. Después de un rato o ocurrió esto:
¡Anda, hola topo dijo el conejo.
Hola, conejo dijo el topo.
¿A qué vienes a la fabrica del león? preguntó el conejo.
—A comprar las nuevas hamburguesas —respondió el topo. Me las recomendó el oso.
A mí también dijo el conejo.
El topo y el león entraron a la fábrica y…
    ¡Hola, chicos! dijo el león. ¿Venís a comprarme palitos de pescado?
    ¿Qué?¡no! Venimos a comprarte las hamburguesas gigantes contestó el topo asustado.
    ¿Hamburguesas gigantes? De qué habláis aquí, vendemos palitos de pescado contestó el león.
    ¡¿¡¿¡¿QUÉ¡?¡?¡?¡? gritaron el conejo y el topo a la vez —¡OSOOOOO…!
    Colorín colorado, el topo y el conejo comieron palitos de pescado.
 


África Borrego Expósito 6º Curso




LA TORMENTA

Había una vez un niño que se llamaba Bisy. Bisy vivía junto a su familia, su hermana Dixy, su madre Boby y su padre Toby. Vivían en una casita de chocolate, todo era de chocolate.
Un día Toby fue a por el periódico y lo primero que vio fue que iba a venir una tormenta que arrasaría con casi todo; pero no era una tormenta normal, sino que era una tormenta de golosinas enormes, tan grandes que podían partir una casa en dos.
Entonces hicieron las maletas y sin destino se adentraron en el bosque de algodón de azúcar. Después de dos días sin comer, sin beber y sin dormir, la familia entera estaba muy cansada. Pero Toby decidió dejar a su familia descansando al lado de un río y adentrarse él, un poco más, adentro el bosque. Unos metros más adelante encontró una casa de ladrillo que podía aguantar a la tormenta. Corriendo fue a buscar a su familia sin preocuparse por si en la casa había alguien.
La familia, al oír la noticia, fueron corriendo hacía la casa, al llegar la casa estaba entreabierta y estaba la chimenea encendida; no se preocuparon mucho y fueron directos al frigorífico a ver si había comida. El frigorífico estaba lleno, se comieron todo lo que encontraron y se fueron a dormir.
Un ruido despertó a Toby que, cuidadosamente, se asomó y vio a una mujer muy cabreada porque no tenía comid. Toby fue a avisar a su familia para que se metieran debajo de la cama hasta que esa mujer se fuera.
A la mañana siguiente, mientras ella dormía, la familia hizo sus maletas y silenciosamente se fueron. La tormenta acababa de empezar y la familia tenía que ir esquivando golosinas enormes.
Finalmente llegaron a su casa. Toby no se sentía seguro, así que cogió unos cuantos ladrillos para construir una cochera donde refugiarse.
La tormenta no duró mucho y la cochera aguantó perfectamente. Pero su casa no; cuando salieron de la cochera, su casa estaba destruida. Así que, todos juntos, hicieron una casa de ladrillos y vivieron felices para siempre

FIN


Marta Rayo García 6º Curso




La clase


Era una vez un niño llamado Felipe el era un niño muy corriente con una familia corriente que se enteró de una noticia corriente.
Era principio de curso e iban a tener un nuevo profesor, el cual tenía fama por su forma de explicar ya que 9 de cada 10 niños acababan con epilepsia, problemas mentales, heridas, etc. Por tanto, todos los niños de la clase y del colegio en general, especulaban cuál podía ser la razón. Unos decían que era casualidad, otros que era muy violento; pero nadie tenía ni idea. Y Fred, el niño del que estamos hablando, no esperaba nada; esperaba que fuera un año normal y que lo único que pasaba es que tenía un poco de mala fama, se decía a si mismo.
Cuando, por fin iban a conocer al maestro, no se presentó. Tardó unos diez minutos y vino empujado por el director, el cual parecía enfadado. Además tardó otros cinco minutos para presentarse: Me llamo Alfredo Granjero Espartero.
Inmediatamente dos niños no se pudieron contener la risa, hasta que de rrepente dejaron de oírse. Seguían con su expresión de risa dibujada en la cara. Pero no podían producir ningún sonido.
La clase se inundó en un terrible silencio, todos estaban aterrorizados con lo que acababan de presenciar. Nunca habían visto nada igual. A Felipe, en concreto, no le dio mucho miedo ya que pensaba que era una broma pesada de sus compañeros. Siguieron con la clase pero, para sorpresa de todos, lo que les pidió fue que dibujasen lo que quisieran. Pero el dibujo que no le gustase, o no fuera de su agrado tendría un castigo.
Todos se empezaron a esforzar al máximo aunque un amigo de Felipe, Jorge, no era muy bueno dibujando y se esforzó al máximo no, pudo conseguir mucho más de un cuadrado con ojos deformes y cuatro rayas. Estaba intentando dibujar a Bob Esponja.
A la hora de entregar el dibujo estaba muerto de miedo, le temblaban las manos y estaba sudando. Para su sorpresa y la de todos, el dibujo le pareció magnífico; le encantaba, al contrario de los demás y exceptuando el de Felipe, que tampoco era muy buen dibujante.
El cruel castigo que impuso el maestro, ante los demás alumnos, fue no volver a poder utilizar las manos. Todas las manos de los niños se inutilizaron; a unos de forma más dolorosa que a otros. Algunas se rompían, se les rompían los huesos, a otros se les caían...
Al siguiente día sólo acudieron Felipe y Jorge, ya que eran los únicos que no tenían ninguna lesión grave. Y, para variar, el maestro les sorprendió con otra de sus pruebas. Esta vez les pidió que lucharan entre ellos. Como siempre, el que ganase, podría irse de la escuela; mientras que, el que perdiese, recibiría otro de sus castigos y esta vez más cruel y doloroso.
Los dos chicos eran muy amigos, por lo que ninguno quería luchar, pero tenían que hacerlo. No había normas, era un combate a muerte; o hasta que uno de los dos se rindiese.
Los dos empezaron a luchar al máximo, la lucha no se decidía por un ganador, ya que ambos tenían un nivel similar. Pero Felipe tenía un truco y lo puso en práctica. El truco trataba de lanzarse contra el rival y empezar a morderle con todas sus fuerzas. Funcionó, Jorge se rindió y aceptó el castigo, el cual fue llegar a encoger hasta los diez centímetros. Pero lo cruel era que los órganos no encogían. Fue una experiencia horrible a la que milagrosa mente Jorge consiguió sobrevivir.
Felipe al, ver sufrir a su amigo, rompió en llanto. Y esto, al maestro, no le gustó y lo que hizo fue colocarse detrás de Felipe con una pistola y pronunciar:«no me gustan los blanduchos». Y, sin ningún rencor, disparó. Dejando a Felipe desparramado en el suelo sin la más mínima esperanza de que estuviese vivo. Pero lo que el maestro no sabía era que la bala no había impactado directamente en el celebro. Así, sobreviviendo Felipe, se levantó, corrió hacia el profesor y le pegó un puñetazo y lo dejó K.O. Gracias a eso consiguió escapar.
Los padres, evidentemente, denunciaron al profesor y al colegio por dejarlo dar clase. Y nunca más se supo nada sobre el profesor. El cual se cree que escapó poco después de haberlo hecho el niño.
¿Quién será el siguiente?


Juan Sicilia Benítez 6º Curso



  LA VACA ANA
Evaristo y Carmela son un matrimonio mayor que tienen una granja de vacas en un pequeño y bonito pueblo del Norte de Galicia.
Son cuatro las vacas que tienen desde hace ya bastantes años y a todas las cuidan como si fueran de la familia: Pepa, Juana, María y Ana son sus nombres.
Cada mañana Evaristo las ordeña y limpia, después carga la leche en su viejo remolque y se dirige a las casas del pueblo para venderla y con ello gana dinero y mantiene la casa.
Una mañana Evaristo noto que la vaca Ana (que era la mayor de las cuatro vacas) dio poca leche al ordeñarla y preocupado hizo llamar a Leocadio el veterinario para que viniera y le echara un ojo a la que era su mejor vaca.
Leocadio el veterinario después de mirar un buen rato a la vaca dijo…… ¡Evaristo viejo amigo! vete haciendo a la idea de que tu querida y vieja amiga Ana se nos ha hecho mayor y casi seguro ya no dará más leche, pues la pobre ya dio todo lo que podía dar.
Así que lo mejor que puedes hacer es sacrificarla y durante un buen tiempo disfrutar de unos buenos filetes…
Evaristo apenado corrió a contarle la noticia a Carmela, su mujer.
La cosa pintaba mal y no le veían solución.
Como vivían en un pueblo pequeño y todos se conocían, la noticia no tardó en llegar a los oídos de todos los vecinos.
Al enterarse Celia, una niña del pueblo de doce años que de vez en cuando había ido a comprar leche a la vaquería de Evaristo y Carmela pensó….. preguntaré a mi abuelo que es una persona muy sabía para ver de que manera podemos ayudar a la vaca Ana y así evitar el sacrificio de este animal.
El abuelo de Celia que se llamaba Cristóbal al ver a su nieta tan preocupada le contesto: ¡Celia hija eso que tiene esa vaca se cura comiendo durante unos días un buen pasto verde y fresco de ese que crece arriba en la montaña!
Celia reunió a sus mejores amigas del colegio y les contó el problema y la solución que su abuelo Cristóbal le había recomendado.
No tardaron ni un minuto en contestar a Celia que contara con ellos, así que quedaron para el domingo para subir a la montaña y recoger ese pasto verde y fresco que según el abuelo de Celia era la solución.
El domingo por la tarde ya de vuelta del monte se pasaron por la granja de Evaristo y convencieron a este para que diera la hierba a la vaca Ana…..Evaristo dijo: “bueno en realidad por probar no pierdo nada”…….
La verdad es que sois unos chicas estupendas y os merecéis un premio”… pero os digo que si en unos días no mejora llamare a Leocadio el veterinario para que sacrifique a la pobre Ana.
Pero la sorpresa fue mayúscula cuando después de tres días de comer la hierba recogida por las niñas, la vaca Ana llenó un gran cubo de leche fresca y cremosa al ser ordeñada.
Evaristo no salía de su asombro y abrazado a su mujer casi lloró.
Al enterarse Celia y sus amigas se pusieron muy contentas y desde ese día recogieron hierba fresca para llevar a la vaca.
Cuentan los vecinos que de vez en cuando se oía en el pueblo el mugido de la vaca Ana como queriendo dar las gracias.

Julia Caño Expósito
1º ESO


FIN



El fin del mundo

Aprovecha tus segundos

Un día un poco especial; ha llegado el fin del mundo (a mi no me importa demasiado). En las noticias emiten imágenes de gente en los tornados, volcanes en erupción y un millón más de desastres naturales.

Yo, siempre tan inteligente, salgo a la calle; hay un montón de gente corriendo. Hay titanes gigantes armados hasta los dientes. Están salvando gente. Reconocí un, era un Goliat, un modelo que retiraron. Las pantallas holográficas dicen que al mundo le quedan unas pocas horas de vida; lo cual, me dio igual. Pensé que si todos van a morir voy a matar a todo aquel que me ha molestado. Entre en sock, me levanté una hora después, que forma más gratificante de perder el tiempo. Mientras caminaba encontré una rosa, lo cual me recordó un hecho histórico pero no tenía tiempo para pensar. Busqué un cuchillo «que poco original “pero moriré con ello”» . Un soldado con una armadura de Orión negro y cetoplasma azul (tendría que ser de un calibre muy alto) me preguntó si estaba bien, yo respondí que sí. Iba a matar al primero pu,se la música tan alta que medio barrio se quedó sordo; yo me dispuse a matar.

Entré diciendo una canción: el fin del mundo, aprovecha tus segundos, estos son los últimos momentos antes de morir tu ser, el momento es ahora porque ya no habrá un después, lo que pasa son las horas que me tienen de rehén, maté al primero, la otra intentó llamar a la policía, yo la vi y la dejé llamar. La policía le contestó: no estamos disponibles para resolver asesinatos, perdone. Yo me reí y con la misma canción la maté. ¿Queréis oír las demás muertes? Luego las contaré. 

Nacho Arjonilla Segovia 5º




LAS ROSAS DEL VIENTO NEGRO



Corría el año de 1948. Cuando hubo unos extraños sucesos, una gran cantidad de gente murió. Siempre al lado de una rosa.

En esa época estaba viviendo yo y todo pasó un día a las orillas del lago de cristal, mientras que los peces volaban con sus preciosas alas de agua. Ese día acababa de ir de exploración aunque solo vi dos quimeras, vi al grifo de cristal lo cual me alegro mucho.

Al atardecer volvía ala cabaña cuando vi una extraña sombra, el cielo anaranjado se iba oscureciendo mas según me acercaba a la misteriosa figura. A pocos metros, se podía apreciar que era una silueta humana, de dos metros y de un tono de piel tan blanco como el nácar.

Iba vestido con un chubasquero naranja fosforito el cual era difícil de apreciar entre las manchas de tierra, también llevaba una camiseta negra, unas botas de la temporada pasada de color naranja con una ralla en medio de color verde y unas gafas moradas que si mirabas a través de ellas parecía que el universo fuera grande.

Me quedé unos segundos observándole y en ese preciso instante giro la cabeza haciendo un espantoso sonido a ramas rompiéndose, su mirada era tan fija que me dejo paralizado. Justo cuando mis piernas me permitieron andar salí pitando de ahí, en ese momento se empezaron a oír unos pasos que retumbaban por todo el bosque, una sensación de agobio junto a un escalofrío recorrieron todo mi cuerpo dejándome sin aliento.

Por fin llegue a la cabaña, cerré la puerta y me encerré en mi habitación (unos minutos antes de llegar a la cabaña los pasos de dejaron de oír, por eso no llame a la policía). Me acosté con la ligera esperanza de poder dormir un poco...pero justo en mitad de la noche un ruido me despertó <<crak>> pensé que sería un animal salvaje e intente volver a conciliar el sueño pero de nuevo <<crak>>, salvo que esta vez se escucho mas cerca, el sonido se seguía repitiendo hasta que la puerta se abrió de un portazo, estaba esa extraña criatura pero esta vez traía un hacha consigo, el miedo me paralizo la extraña criatura de la que estaba seguro de que no era humano me cogió con su brazo derecho me saco de la cama.

Lo ultimo que vi fueron las botas e aquel extraño ser, mi sangre derramada en el suelo, un viento negro que estaba por toda la habitación y dos rosas.


Nacho Arjonilla Segovia 5º



Accidente en la playa


Una familia se fue a la playa se metieron en el agua y jugando el niño pequeño se lo llevo un tiburón. Se llenó el agua de sangre, el otro niño, asustado, se lo llevó otro tiburón y los padres salieron corriendo del mar y miraron el mapa y esa playa. Se llamaba la Isla de los Tiburones, y cogieron muy deprisa las cosas y se fueron a la policía y la policía le dijo. Que ellos no podían hacer nada y le dijo que en manos de un tiburón los niños ya estarían muertos.

Los padres fueron otra ves a la playa,y con un submarino se metieron en el mar y se fueron en busca del tiburón que se había comido a sus hijos. Allí vieron muchos tiburones, pero ninguno era

el que se había comido a sus hijos, tenia en la frente una mancha blanca.

Y buscando los encontraron, lo cogieron con una red gigante, lo llevaron a la arena, lo rasgaron y estaban los niños dentro de la barriga.

Pero el tiburón se los había comido enteros y los padres sacaron a los niños y todavía respiraban, los llevaron al medico y consiguieron que revivieran.

Se los llevó a su casa, los bañaron y ya está.

Y vivieron como antes, felices para siempre.
 Arjona Expósito, Gisela


 
El caballo y sus potrillos



CABALLO: ¡¡ Hola, dueño!!

DUEÑO: ¡Hola, caballo!

CABALLO: ¿Hoy me vas a sacar?

DUEÑO: ¡¡No!!

CABALLO: ¿por?

DUEÑO: Porque he comprado una yegua.

CABALLO: ¿Y puedo pasear yo también con vosotros?

DUEÑO: Lo que diga ella.

Al año siguiente tuvieron dos potrillos y…

CABALLO: ¡Qué potros más bonitos!

YEGUA: ¡Si!

CABALLO: Uno se llamará Camarón.

YEGUA: ¡Vale! Y el otro se llamará Canelita.

Al año siguiente su madre se murió y sus hijos …

Garrote Castro, Pedro Antonio


El dragón y el perro


Erase una vez, en un barrio muy pobre y desolado, en una casa existía un perro muy amable, pero lo trataban como si fuera una bestia. Sin embargo, su hermano dragón era muy malo, pero lo trataban como si fuera un santo.

Un día paso lo nunca visto, su hermano dragón se enfadó como si no hubiera un mañana, los ciudadanos lo echaron del pueblo a los dos hermanos.

Como los dos hermanos se querían mucho el dragón se enfadó porque los echaron, pero no a él solo sino a su hermano también, que era lo que más quería. Iban a ir a destruir el pueblo pero un campesino muy sabio habló con ellos y les abrió la mente para hacer un pueblo nuevo juntos.

Después de cuatro duros años trabajando, construyendo y dudando por fin construyen un gran pueblo, se hicieron alcaldes, el pueblo se fue haciendo mas grande y grande; tenía 47.341 habitantes, inventaron casas.

El dragón, con ya 54 años, y el perro con 72 años; el dragón está malo de cáncer e murió y el perro se quedó solo y murió por tristeza.



CONTINUARÁ...



Fernández Jiménez, Adrián

Solís Acevedo, Alejandro


El niño travieso



El niño se llamaba Manolo. Manolo era un niño muy travieso pero en la escuela es muy buen estudiante. A Manolo le gustaba mucho jugar al fútbol y a balón prisionero. Un día su madre lo mandó a comprar pan, Manolo de dijo: vale mama. Mientras Manolo iba por la calle se encontró con un hombre, Manolo se le vino a la cabeza robarle al hombre. Manolo le sacó una navaja que llevaba en el bolsillo y le dijo dame todo el dinero o te pincho. No, muchachito, no me pinches; por favor, tengo tres hijos, no me haga nada, le daré el dinero. 

Manolo le dijo no le voy a hacer nada, solo quiero que me des el dinero. De acuerdo, espera que lo saque que lo tengo en la cartera. El hombre echó a corre y decía en voz alta: ¡SOCORRO QUE ME QUIEREN ROBAR¡ y justamente había un policía en la esquina de la calle, el hombre le dijo al policía: él me quieren robar, viene por ahí deténgalo agente. El policía fue y lo cogió y lo detuvo. Le dijeron que iba a estar en la cárcel por haber hecho eso. 
 

Al niño lo metieron en la cárcel y su madre se enteró de que había hecho eso, la madre se puso muy triste y le dijo: policía, ese un menor, no pueden meterlo en la cárcel. Si de verdad ha hecho eso lo deberían meter en un centro, Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

  Jiménez Amaya, Christian

El sueño

Erase una vez un niño que quería ser futbolista. Luchaba siempre por su sueño,
nadie lo apoyaba y todos se reían de el incluso sus padres. Le decían no, nunca, y él les decía porque yo lo quiero, enfadado.

Y con 18 años se escapó un día de su casa y solo se llevó un balón lleno de sueños.

Vivía en un puente con dos balones. Quiso hacer una prueba, costaba 150 euros y era lo que tenia pero se arriesgó. Dijo que estaba preparado para luchar por su sueño.

Cuando llegó el día estaba nervioso, por fin iba a cumplir su sueño de ser futbolista, y dejar a todos con la boca abierta.

Allí estaba la primera prueba, era difícil pero la pasó.

¡Lo había conseguido! Era jugador del Galatasaray. Al día siguiente llamo a sus padres: papás soy jugador del Galatasaray.

¡SOY FUTBOLISTA! Sus padres, sorprendidos, dijeron: ve a por tu sueño, ve a ser el mejor, a ser el portero del Madrid. Y se fue a por su sueño y dijo una nota de cuando era pequeño voy a cumplir mi sueño.


Martínez Torralba, Rafael
 










El misterio del museo



Erase una vez cuatro niños que querían ir al museo. Los niños se llamaban Juan, Elena, Miguel y Elo.

El padre de Elo, que se llamaba José, compro cuatro entradas para el museo. Las compró para el día siguiente. Pero había un problema: que para ver el museo tenías que ir en coche porque era en Ibros. Entonces, Elena, se lo dijo a su padre para que los llevase. Él, como buena persona, le dijo a Elena que sí. Llegó el día de ir al museo y estaban nerviosos por lo que se montaron rápido en el coche.

Ya llegaron al museo. Los trabajadores estaban nerviosos porque les faltaban objetos en el museo. Elo, que era tan lista, se dio cuenta y le preguntó a un ayudante: perdone , le voy a decir una cosa. Y el hombre le dijo ¡vale!, y Elo le preguntó:Aquí faltan cosas y el señor corriendo le dijo: baja la voz que te van a escuchar.

El señor, sofocado, le dijo que sí. Elo le dijo:si quieres te puedo ayudar con mis compañeros y el señor le dijo que si, y mientras tanto que se alojarían en su casa. Llegó la tarde y los compañeros empezaron a buscar los objetos del museo, pero no lo encontraron.

A la mañana siguiente decidieron salir a buscar los objetos por la calle. Elo encontró una pista que era un hombre que parecía ladrón pero no tenían pruebas de que fuera él.

Al día siguiente Elo, viendo la tele, vió al presentador diciendo que hay un hombre con unas ropas de ladrón de Lucxes, Elo ya se dio cuenta de que era el hombre que vio en la calle, y avisó a todos sus amigos. Por la tarde salieron a ver si lo veían y dio la casualidad que Elo lo vio por la calle robándole a una anciana. Corriendo llamó a sus amigos y le quitaron lo de la anciana y lo del museo. Por la tarde ya se fueron cada uno a su casa y todos fueron felices.




Colorín colorado este cuento se ha terminado.



Corral Moreno, Manuela




 
 




La abuela


Érase una vez, una ancianita llamada María. Tenía el pelo blanco, la cara arrugada y era bastante guapa. Vestía con un vestido azul y corazones rosas. Y unas manoletinas rosas. Tenía noventa y nueve años. Un día estaba paseando cuando se le cayó el bolso. Una niña que pasaba por allí, vio a la pobre ancianita y, como la anciana no se podía agachar, la niña se lo recogió y se lo devolvió. La anciana contestó:

—Muchísimas gracias, chiquilla —dijo sonriendo.

—No importa —contestó la niña.

—Ya, a esta edad, no se puede uno agachar —le contestó riendo.

—Bueno, ¡adiós!, que tengo que ir al cole —le dijo muy seria la niña.

—Hasta otro día —le dijo la anciana.

Y la niña visitaba a la anciana todos los días.



FIN DE LA HISTORIA.

Contreras Romero, Laura











La vaca Ana





Evaristo y Carmela son un matrimonio mayor que tiene una granja de vacas en un pequeño pueblo del Norte de Galicia. Son cuatros las vacas que tienen desde hace ya varios años y las trata como si fueran de la familia: PEPA, JUANA, MARÍA y ANA son sus nombres. Cada mañana Evaristo las ordeña y después vende la leche por las casas del pueblo, con ella gana dinero y mantiene la casa.

Una mañana Evaristo notó que la vaca Ana dio poca leche y, preocupado, hizo venir a Leocadio el Veterinario. Después de un rato viendo a la vaca el veterinario dijo: ¡Evaristo, vete haciendo la idea de que la vaca Ana no dará más leche! Pues ya es mayor y lo mejor sería sacrificarla y disfrutar de unos buenos filetes.

La noticia llego hasta los oídos de Celia, una niña del pueblo que de vez en cuando había ido a comprar leche a la granja de Evaristo y Carmela. Empezó a pensar y preguntó a su abuelo para que le ayudara a impedir la muerte de la vaca Ana.


El abuelo dijo: ¡Eso con unos buenos pastos verdes y frescos se curará!

Celia y sus amigos del colegio la fueron recoger los pastos al prado más cercano. Luego fueron a la granja y se lo dieron a la vaca y al día siguiente se curó gracias a los niños.

La vaca se curó y colorín colorado este cuento se ha acabado.



Caño Expósito, Julia
 









El futbolista



Erase una vez, un niño que se llamaba Jorge, quería ser futbolista.

Entonces les pidió a sus padres que lo apuntara a un equipo.

Y les dijeron que sí.

Le fue bien la primera semana, debutó metiendo un hat-tricks.

Al cabo de un mes Jorge demostró que era muy bueno, y muchos equipos lo querían; sus amigos le tenían envidia. A la semana siguiente el Jaén lo fichó por 10.000 euros, y los padres aceptaron.

Al chaval le iba muy bien pero le costaba seguir el ritmo de categorías altas.

Con cada entrenamiento se hacía mejor, y cuando se hizo mayor, el Madrid se interesó por él y lo ficharon. Por 80 millones de euros.

Su sueño se había hecho realidad. Y se convirtió en el mejor jugador del mundo





Soffiato Lafdali, Joseph Mattia




 





El león diente de sable y la unicornio


El león sentía un amor extraordinario sobre una unicornio, era maja, atenta y

observadora.

Estaba con sus amigas.

—Oye t...t..tú —dijo el león.

—¿Qué? —contestó el unicornio.

—¿Tú me quieres? —preguntó el león.

La unicornio se puso roja. Los amigos del unicornio y del león lo juntaron.

-¿Qué sois? —dijo doña Erizo.

—¿Qué somos? —dijo la unicornio

—Somos... novios —dijo el león (Se fueron a casa de la unicornio).

—¡Soltaos la mano! ¡Estáis ridículos! —dijo madre unicornio.

—El carbón si lo manipulamos se convierte en diamante y si un árbol lo quemamos se convierte en ceniza-dijo madre unicornio.

—¿Queréis ser diamante o ceniza? —preguntó madre unicornio.

—Queremos ser diamante —dijo unicornio.

—León esta ha sido la relación mas longeva que he tenido en toda la vida —dijo un unicornio

(ademas que duró solo una hora).




MORALEJA

No dejéis que os manipulen para ser lo que no sois porque nadie va a precipitarse y yo os lo digo ahora que sois pequeños.




Moussaoui Braz, Ilyasse















Los tres perritos





Esto era una vez unos perros que hablaban. Los perros se llamaban uno Yorsay, otro Lobo, otro Galgo.

Vivían en una caseta vieja. Y una vez los perros querían robar un banco y querían hacerse ricos.

Y habia un perro muy malo que le pegaba a todos los perros; el perro malo se llamaba Bufo.

Y los perros se arrepintieron de robar el banco, el perro Bufo quería robar el banco porque le dio envidia de los otros.

Y el perro Bufo se quería robar el banco para él solo. Entonces se enteraron los otros perros que se arrepintieron.

Los perros buenos lo querían detener para no robar el banco y el perro Bufo llamó a sus amigos malos para no detener al perro malo.

Y el perro malo fue a robar el banco. Entonces los perros buenos los detuvieron a todos los malos y al final la ciudad se quedo tranquila.





Flores Flores, Rafael


 








Los dos duendecillos


Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, cuando ni siquiéra nosotros existíamos, unos duendecillos que se creían los mejores duendes de Duendilándia. Los dos duendes se creían que eran los mejores para todo.

Un día un conejo listo les dijo:

—No os creáis los mejores porque no lo sois —dijo el duende listo.

—Sí nos lo podemos creer; porque lo somos —dijo uno de los duendecillos.

—Pues, si tanto sabéis, mañana te veo en la plaza y tenéis que saltar lo más alto de las nubes —dijo el sabio.

Los duendes pensaron y pensaron pero no se les ocurrió nada. Saltaron y saltaron pero no lo consiguieron. Llegó el día y los duendes lo intentaron pero no les salió y el sabio les dijo:

—¿Veis cómo no lo sabéis todo?

—Llevas razón, viejo sabio, no somos los mejores —asintieron los duendecillos.

Y entonces los duendecillos entendieron que no se deben de creer los mejores porque no lo son.



Cabrera Pérez, Elena
 











El mejor equipo del mundo



El mejor equipo del mundo un año debutó en champions, ganó todos los partidos y llegó a la final de la champions contra el Atlético Madrid. El partido iba muy bien hasta que Claudio Taffarel pegó una patada a Fernando Torres y el árbitro pitó penalti.

Griezmann chutó el penalti y lo falló, después rebotó y metió Torres. Iban 1-0. Iban por el minuto 54 y chutó Sánchez, metió una falta y el Clasic y se puso a jugar mejor Después Cantona chutó y Godin la tocó con la mano y fue penalti. La puso Tresor desde los 11 metros y la metió el defensa el penalti a Oblak y el Clasic XI empato2-2.

En el minuto 98, en una falta, Fernando Hierro remató y metió de cabeza, y se acabó la final.

El ClassicXI ganó la 2 Champions y la levantó en el Camp Nou.



Marín Estudillo, Daniel


 










La cámara secreta




Primer capitulo


Había una vez tres niños de 15 años que se llamaban: Víctor, Ron y Lili. Ellos eran muy viajeros, siempre iban a sitios para investigar. Estaban en un instituto que se llamaba Colón Esteban, ese instituto es muy grande y misterioso. Parece como un laberinto. Lili era muy estudiosa y sacaba las notas muy buenas. Ron era fuerte con las cosas que hace. Víctor era valiente y muy atrevido con lo que le pidieran. Un día por la mañana Víctor se sintió mal porque tuvo una pesadilla, cuando vio Lili a Víctor le dijo:

—¿Víctor que te pasa? ¿por qué tienes esa cara tan mala?, parece que estás enfermo — dijo Lili.

Víctor le dijo que tuvo una pesadilla. Entonces pasó Ron al lado de Víctor, le tocó el hombro y ...¡Aaaaaaaaaah!se asustó Víctor.

Ron le dijo: qué que te pasa. El le respondió que había tenido una pesadilla. Preguntaron los dos ¿qué pesadilla? He tenido un sueño; nos perdimos en el cole, como parece un laberinto, pues nos perdimos. Los tres encontraron un monstruo que parecía una araña.

Lili y Víctor ya saben que a Ron le dan miedo las arañas. Ron se asustó, se fue corriendo sin decir nada.

Ellos, Lili y Víctor persiguieron a Ron. Encontraron un refugio donde pudieron descansar.

Mientras dormían llegó el monstruo, abrió la puerta despacio y Víctor se despertó y se asustó.

De repente se despertó de un sueño que tuvo y todo el miedo desapareció.

Todo el sueño que tuvo no era en realidad.




Colorín colorado, este sueño se ha acabado.



Poyatos Melero, Cristina
 




 





Las aventuras de los cinco



Érase una vez cinco niños que se llamaban: Antonio, Rafa, Pedro, Christian y Daniel.

Vivían en el bosque porque no tenían padres y los niños se trataban como hermanos.

Entonces los niños se encontraron a una chica llamada Manoli que tampoco tenía padres y se había perdido en el bosque.

Un día los niños querían vivir aventuras, entonces se lanzaron a la aventura.

Paso mucho tiempo y en la ciudad los llamaron los superhéroes. Los niños no le temían a nada, eran unos fenómenos.

Entonces había un ladrón que se llamaba Manolo72 y Manolo quería robar en el museo el diamante de oro.

Cuando llego el día fue Manolo72 a robar en el museo, se enteraron los superhéroes, fueron corriendo .

Entonces encontraron a Manolo72 y lucharon. Manolo72 peleaba muy bien, entonces le costaban mucho.

Lo mataron a Manolo72 y los superhéroes cogieron el diamante de oro y se lo llevaron al alcalde y un a vez más salvaron la ciudad.



Corral Moreno, Antonio Manuel













El lago



Hace mucho, mucho tiempo, existía un gran lago con una gran profundidad, tan profundo que las aguas se veían oscuras; parecía no tener fondo . Se creía que no había vida en ese lago. La gente no se acercaba nunca y siguió así durante muchos años, sumergido en la oscuridad . Pero entonces el lago había cambiado totalmente, las aguas eran cristalinas, el lago estaba rebosante de vida, había muchos peces. Muchas personas a su alrededor: pescadores, niños, niñas, y el lago perduró muchos años .

Expósito González, Alejandro.











Avería en el cielo




Piloto: ¡Hace una mañana estupenda para volar!

Mecánico: He llenado el depósito y he revisado el motor que fallaba.

Piloto: ¡Muy bien, vamos a probarlo!

Piloto: Torre de control, Delta-Bravo, pide permiso para volar en vuelo de prueba.

Torre de control: Delta-Bravo, permiso concedido: pista-3

(El piloto despega e inicia el vuelo).

Piloto: ¿Qué es eso? ¡Dichoso pájaro!Me ha bloqueado un motor, tengo que realizar un descenso de emergencia.

(Manda un SOS a la torre de control).

Torre de control: Delta-Bravo, descenso de emergencia aceptado en la pista-3

(El mecánico y servicios de emergencia se acercan a la pista-3).

Mecánico: Ha sido un aterrizaje perfecto pero¿Qué ha pasado?

Piloto: Fue un pájaro que se me metió en el motor.

(Al final, todo salió bien)

FIN

Martínez Maldonado, Adam

Rueda Díaz, Andrés








La princesa y la brujita

 
           Había una vez una princesa a la que le gustaban los cuentos de brujas. Un día su padre le ordenó, que se casara con un príncipe, pero ella no quería, entonces se escapó del castillo. Y sus padres muy preocupados mandaron a la guardia real que la buscaran, pero no la encontraban. 
 
         Y resulta que la princesa se encontró una casita en medio del bosque y entró, vio que todo estaba desordenado, lo limpió y lo dejó como los chorros del oro. La princesa tenía hambre y preparó una comida muy exquisita. Había una brujita que paseaba mientras se dirigía a su casita. Cuando llegó vio que todo estaba recogido y que había una deliciosa y apetitosa comida servida en la mesa.

         Encontró a la princesa que se había escondido debajo de la cama,y la brujita le dio las gracias por todo lo que había hecho. Las dos chiquillas se hicieron amigas, la princesa volvió a su castillo pero le dio una condición a su padre que ella se casaría con el príncipe si su padre dejaba que la brujita viviera en el castillo con la princesa.

        Su padre aceptó con una condición: si la pequeña brujita no hacía magia hasta los 15 años. Y resultaba que la brujita tenia 12 años.

       Pero aceptó. La princesa y el príncipe se casaron y tuvieron una hija hermosísima.

         Y la pequeña brujita se convirtió en la maga real.

        Vivieron felices y comieron muchos bombones.

FIN
Laura Contreras Romero 6º.

 

2 comentarios:

  1. Muy bien chicos/as seguid con esa gran imaginación, nunca la perdaís.
    Laura Contreras Romero 6º.

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  2. Maaaaas cuentos!
    Ilyasse Moussaui braz

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