domingo, 9 de abril de 2017

Café literario



Como colofón a las actividades relacionadas con las lecturas de Miguel Hernández, en esta primera semana de abril, en nuestra escuela, se ha realizado un café literario; más bien un «refresco literario». A imitación de los grandes escritores, en especial de la Generación del 27 y del 36, en las que se le encuadra a Miguel, que celebraban tertulias literarias como las del Café Gijón en Madrid.

Comenzó con una introducción al contexto histórico que le tocó vivir, a su labor poética y política; a su relación con Jaén.

Especialmente emotiva fue la entrevista con Josefina Manresa, la esposa de Miguel Hernández y que era natural de Quesada.


Miguel se materializa en miliciano, antes fue sombra.


Numerosa fue la participación, con multitud de preguntas, de los niños:





¿Cuántos libros escribe? ¿Escribió algo para niños? ¿Estuvo en el Santuario ¿Por qué escribió Andaluces de Jaén?¿Cuántos hijos tuvo? 


¿Más preguntas?




 

¿Qué poesías suyas te gustan más?  ¿Ganó mucho dinero escribiendo?

¿Por qué tiene tanta relación con Jaén?  ¿Por qué lo condenaron a muerte?

¿Fue famoso?  ¿Conoció a escritores importantes?

Y entre pregunta y pregunta. ¡Buen provecho!

El acto terminó con un recital de poemas (también con los refrescos y galletas. Mesa limpia). Unos eran de Miguel Hernández; otros, de futuros e importantes poetas y poetisas.
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.

Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.

Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.



Andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas...





Canción última

Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa
con su ruinosa cama.

Florecerán los besos
sobre las almohadas.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.